Situado en el centro de la ciudad, el edificio de dos plantas de la escuela de judo fue construido en los años 60 del siglo XX.
Tras el procedimiento de estudio del edificio y la conclusión técnica sobre la fiabilidad de las estructuras del edificio, se decidió reconstruir y reforzar las estructuras portantes y de cerramiento existentes. Gracias al refuerzo, fue posible crear una nueva estructura de techo inclinado, que era el requisito principal en la asignación de diseño. Además de fortalecer la estructura del edificio, la tarea fue mantener la correcta estructura, disposición y plasticidad de las fachadas, para crear un nuevo esquema de color conceptual.
En la idea original, la combinación de colores de las fachadas reflejaba los colores de los cinturones y grados de judo: blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón y negro. Este esquema de color era el principal elemento reconocible del edificio. Esta estilización ha sufrido una simplificación y se ha trasladado al material de los paneles de aluminio composite en sólo 2 colores: naranja y azul. Como material principal de fachada se eligió gres porcelánico de colores blanco y gris.
Con la ayuda de elementos brillantes, se enfatiza el estilo del constructivismo. El constructivismo soviético sigue siendo una tendencia relevante y viva en la arquitectura actual. Esto permite, utilizando materiales modernos en la reconstrucción, crear la arquitectura de hoy, preservando el patrimonio arquitectónico.