El principal elemento reconocible del edificio es su decoración de pictogramas simbólicos, que muestra esquemáticamente las características más importantes de la región: montañas y ríos. Para una mayor expresividad de este elemento y de la fachada principal en su conjunto, se reforzó la temática de la horizontal en forma de paneles símil madera.
En el volumen anexo del supermercado a nivel del primer piso se conserva el ritmo y la división de las aberturas de las ventanas del edificio principal. El volumen de la entrada principal, que se encuentra alineada con la entrada existente y se incrementa en un tramo, se destaca de manera más activa. Los límites existentes del lugar permitieron aumentar el volumen de la entrada principal y el volumen del restaurante ubicado al final del hotel. Gracias al volumen de esquina de dos pisos del restaurante recién creado, fue posible crear una organización más clara en la percepción del objeto. Con la ayuda de módulos verticales uniformes, líneas horizontales comunes y materiales, los nuevos volúmenes se fusionan armoniosamente con el edificio existente.
Se eligieron como materiales principales el metal negro, gres porcelánico para piedra y hormigón, paneles compuestos de aluminio para madera y colores ocres. Estos materiales, simulados como naturales, confieren al edificio un respeto por el medio ambiente y realzan los motivos étnicos.